Shurayukihime es una película del año 73, japonesa, y protagonizada por la gran Kaji Meiko, que además interpreta la legendaria shura no hana (algo así como la flor de la guerra o matanza) el tema central de la película.
El argumento es sencillo, una mujer es abusada sexualmente por un grupo de personas, por lo que decide vengarse, pero en el camino cae en prisión. Estando allí, tiene una hija, a quien encomienda la vanganza que ella no ha logrado concretar antes de morir. Yuki, la huérfana, se transforma en una máquina de muerte.
No es una gran película, pero a quien aprecia la cultura japonesa debe interesarle. Primero porque representa una época concreta de la historia de japón (la era Meiji) y segundo porque es un ejemplo de esa estética tan característica del japón que pasa del gore a la belleza sin intermediarios. Otra característica que la hace interesante de ver es su relación con la exitosa Kill Bill. La inspiración de Quentin tarantino en este film es evidente.
Una de las falencias de la trama en shurayukihime es su falta de un clímax. La historia es pareja, sencilla y comprensible, pero a veces uno quisiera saber qué piensa o siente Yuki, cosa que no ocurre a pesar de que la interpretación de Kaji Meiko es muy creíble. Claro que esa necesidad nace de los tiempos. Guardando la relación con su época, la idea de que la máquina de matar sea una suave, delicada, y hermosa mujer es fascinante en sí misma.
Existe una secuela (que aun no encuentro para ver) shurayukihime: urami renga del año 74. Y también una especie de remake llamado The princess blade, que en realidad tiene muy poca relación con la historia original.
Sangre, belleza y muy buena música enka.
No hay comentarios:
Publicar un comentario