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jueves, 13 de mayo de 2010

Caso Pakistaní: huele un poquito a azufre...















El día lunes 10 de mayo a las 15 horas, el estudiante de hotelería Mohammed Saif Ur Rehman (28), ingresó a la embajada de EEUU. Según Philip Crowley, vocero del departamento de estado, Saif poseía una visa estadounidense y por esa razón la embajada le pidió que se reportara para verificar sus antecedentes (fuente). Hasta ahi, todo bien. El problema comenzó cuando un perrito detectó posibilidad de explosivos y cuando se procede a la revisión se encuentran trazas de un derivado de TNT (tritalita) usado para fabricar explosivos.
La historia simplemente no cuadra. El tipo habla cinco idiomas, sin contar que estaba aprendiendo español. Estaba haciendo una práctica de hotelería, ya había estado en USA antes (donde vive un hermano suyo) y también en Londres. Vivía en una casa estudiantil y le gustaba leer. Desconozco si es culpable o no de lo que se le acusa (que convengamos en que no está muy claro tampoco), pero claramente es un hombre de un nivel intelectual medio-alto, que tiene que haber visto las noticias alguna vez, como para enterarse de la psicosis norteamericana frente al terrorismo islámico. Es absurdo que luego de haber manipulado explosivos el pakistaní se haya dirigido a la embajada sin la bomba, y sin siquiera haberse molestado en eliminar la evidencia. Las palabras del embajador Burhanul Islam no pueden ser más elocuentes: “tendrá que ser un muy mal terrorista si entra con rastros de material explosivo a la embajada (de EEUU), sabiendo que la misma embajada es un lugar peligroso en el cual, si le encuentran algo, podría ser acusado de manera grave” (fuente)
Pero no es lo único que no cuadra. Los servicios de inteligencia buscan no sólo identificar a tal o cual sujeto, sino desarticular operaciones completas, para lo cual habría sido mucho más conveniente monitorear al supuesto terrorista hasta que se pudiera confirmar sus contactos y objetivos... o al menos el lugar donde se esconde el artefacto que supuestamente estaba armando.
Nos dicen que no hay persecución racial, sin embargo se allana la casa de "el egipcio" que según se ha informado no tiene vínculos con terrorismo, aun cuando el joven detenido trabajaba en un hotel en providencia y tenía vínculos con otras tantas personas. Claro que no son islámicas. Con gran aspaviento se requisan celulares, cds, un computador y ¡una maleta con ropa!... ¡Ay, madre mía yo tengo de eso también!... ah, pero yo creo en Jesús... ¡uf! me salvé.
Guardo la convicción de que ir en contra de USA nunca es una movida inteligente, pero me parece innecesario que se arme un caso de terrorismo con argumentos pueriles. Insisto, yo no sé si este joven armará bombas en su tiempo libre o no, pero este problema ha sido tratado de una forma tan burda, mediocre, y amarillista que hasta yo, que no me creo ninguna conspiración, comienzo a sentir que aquí "huele a azufre".

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